En el año 2011, en la ciudad de Santiago de Chile, un apasionado músico llamado Francisco Javier Rumie Merino decidió dar vida a su visión de crear un espacio donde los amantes de la música pudieran aprender, crecer y expresarse artísticamente. Con esta visión en mente, fundó el Instituto de las Artes de chile.

Francisco, un talentoso Bajista, Guitarrista y Compositor, había sentido desde joven la necesidad de transmitir su pasión por la música a otros. Después de años de dedicación a su propia carrera musical, decidió que era el momento adecuado para compartir su conocimiento y experiencia con aquellos que deseaban explorar el mundo de la música de manera más profunda.

En sus inicios, el Instituto de las Artes ofrecía cursos básicos de música, como clases de piano, guitarra y canto. Francisco dirigía personalmente las clases, infundiendo cada sesión con su entusiasmo y amor por la música. La calidad de la enseñanza y la atención personalizada a los estudiantes pronto se convirtieron en sellos distintivos del instituto.

Con el paso de los años, la reputación del instituto creció, atrayendo a estudiantes de todas las edades y niveles de habilidad. El compromiso  con la excelencia y la dedicación a sus alumnos crearon una comunidad de músicos apasionados que compartían un objetivo común: explorar la música en todas sus formas y expresiones.

En el año 2014, el instituto tomó un paso más al expandir su oferta educativa y agregar el área de fotografía. Reconociendo la importancia de la captura visual en la expresión artística, el instituto comenzó a ofrecer cursos de fotografía que exploraban tanto la técnica como la narración visual. Esta adición enriqueció aún más la experiencia educativa, permitiendo a los estudiantes explorar nuevas formas de comunicación artística.

En el año 2015, el Instituto de las Artes dio un paso audaz al añadir el área de sonido a su currículo. Reconociendo la importancia de la producción de audio en la industria musical moderna, el instituto comenzó a ofrecer cursos y diplomados de sonido y producción musical. Esto permitió a los estudiantes explorar no solo la interpretación, sino también la creación y manipulación de sonidos.

Con el tiempo, la reputación del Instituto de Arte  creció, atrayendo a estudiantes con diferentes pasiones artísticas. Fue en el año 2022 cuando el instituto tomó la decisión de enfocarse en una nueva área de pintura. Esta elección reflejó la profunda convicción de Francisco en la importancia de la expresión visual y su deseo de brindar a los estudiantes las herramientas y la inspiración para explorar este medio artístico.

Hoy en día, el Instituto de las Artes de Chile ha evolucionado más allá de sus inicios en la música para convertirse en un centro artístico verdaderamente multidisciplinario. A través de nuestros cursos en línea, hemos logrado abrir nuestras puertas virtuales a estudiantes de diversos países de habla hispana. Esta diversidad geográfica ha añadido una dimensión invaluable a la experiencia educativa que ofrecemos.